POR MACHISTA, VULGAR E INCULTO, MARVELLY LE RENUNCIÓ A GALLARDO JUÁREZ
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San Luis Al Instante.- Corren varias versiones en torno a la misteriosa y súbita salida de Adriana Marvelly Costanzo de la subdirección de Cultura municipal de la administración del perredista Ricardo Gallardo Juárez.
Una es por que el jefe del gobierno municipal quiso tratarla como hace con sus empleados en su negocio "Pollos Gallardo" y a otros subalternos en los ayuntamientos de Soledad y de esta Capital potosina.
Otra, que es oficial e impulsada por bots gallardistas en redes digitales, por supuesta incapacidad de la ex funcionaria para enfrentar esa responsabilidad.
Una más según la cual la señora Costanzo no soportó la presión a que era sometida por el pago de proveedores de servicios, la escasez de recursos financieros y las exigencias de ofrecer un buen cartel de espectáculos para el gusto popular.
En círculos cercanos al presidente municipal se afirma que Marvelly le renunció a Ricardo Gallardo por falta de dinero, ya que éste solamente le indicaba "diles que después les pagas" a los proveedores; o bien se burlaba con frases como: "ni que valiera tanto su pinche trabajo", cuando se refería al trabajo realizado por artistas de diferente tipo, como cantantes, pintores, bailarines, etc.
De acuerdo con el reportero Antonio Martínez, del portal San Luis Soy: "Su falta de cultura y sensibilidad artística (de Gallardo Juárez) lo llevó a cometer groserías con expositores y con artistas". Y es que el perredista está acostumbrado a escuchar trompetazos de mariachis y tamborazos de bandas que cantan corridos de narcotraficantes.
En cuanto a las obras pictóricas, Gallardo no tiene ni la más remota capacidad de comprenderlas, pues, como lo expresó en algunas exposiciones: "que pinten viejas encueradas y no esas pendejadas".
El inculto presidente municipal llegó al extremo de intentar cobrar a quienes presentan recitales en el Antiguo Palacio Municipal por "uso del local" y se negaba a pagarles sus "pinches presentaciones" (sic).
A Adriana Marvely Costanzo exigía organizar eventos para divertir a la población en los barrios más necesitados, pero no le daba dinero. También la presionaba para que firmas cerveceras patrocinaran artistas para llevarlos a los barrios y que esas empresas vendieran sus alcoholes; como hace con la Feria de la Enchilada en el también perredista municipio de Soledad de Graciano Sánchez.
Por su parte, Adriana Marvelly tenía otro concepto de las actividades culturales en el ayuntamiento y trató de convencer a su jefe de realizar eventos de más altura, que contribuyeran a elevar la conciencia y la cultura del pueblo, cosa que nunca aceptó ni menos entendió un presidente municipal acostumbrado a la música de banda y de mariachis, así como a los espectáculos más viles.
Personas cercanas a la subdirección de Cultura aseguran que en más de una ocasión Adriana Marvelly rompió en llanto de coraje y frustración, al tener que tratar con un individuo tan inculto, grosero y además tacaño. Y así, en un acto de dignidad, de honestidad y de valentía, presentó su renuncia.
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