jueves, 8 de septiembre de 2016

Comisionado de la Policía Federal vendió SLP al Cártel de Sinaloa en 2010: Los Ángeles Press

COMISIONADO DE LA POLICÍA FEDERAL, VENDIÓ SLP AL CÁRTEL DE SINALOA EN 2010: LOS ÁNGELES PRESS

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Fragmento de la nota "Manelich Castilla, el hombre que traicionó a Los Zetas".

Por: Tomás Borges.-

Nota de la Redacción.- En marzo de 2010, el entonces comisionado de la Policía Federal, Genaro García Luna, designó a Manelich Castilla Cravioto comisario de esa corporación en San Luis Potosí. Hace unas semanas, el mismo personaje fue designado comisionado de la Policía Federal, en sustitución del potosino Enrique Galindo Ceballos.

Aquí reproducimos el fragmento del texto Manelich Castilla, el hombre que traicionó a los Zetas de Tomás Borges, porque ofrece información para conocer una parte de la historia sobre las actividades de los grupos criminales en esta entidad mexicana. Fue extraído del portal de Internet "Los Ángeles Press".

San Luis Al Instante.- (...) Fue en ese estado (San Luis Potosí), donde (Manelich Castilla Cravioto) sustituyó al comisario Eduardo Delgado Álvarez, quien cedió su lugar al protegido de la familia Slim, y quien gracias sus éxitos académicos (fue profesor del INACIPE donde obtuvo su maestría con cédula 5742660 e impartió la materia de Teoría de la Culpabilidad) escaló vertiginosamente en la burocracia federal.

Una vez sentado en la silla como delegado estatal recibió la visita de emisarios de los Zetas, amos y señores de la entidad, quienes bajo el mando de Iván Velázquez Caballero El Talibán o Z-50, mandaron decirle a Manelich que se abstuviera de modificar el “Status Quo” imperante, ya que de todos era bien sabido que los Zetas cohabitaban en la entidad con la complacencia de las autoridades. Así ha sido desde que un grupo de estos delincuentes “levantaron” al hijo del entonces gobernador panista Marcelo de los Santos Fraga, quien ante esa prueba de fuerza, dejó que el crimen organizado operara impunemente en la entidad.

Todavía no se sentaba en la silla, cuando según fuentes (que dieron la información y prefirieron el anonimato por razones obvias) Manelich fue visitado por gente del Cártel de Sinaloa, quienes le pidieron patente de corso para operar en la entidad con su complacencia, dándole dos maletines con dinero, mismos que fueron entregados por un emisario cerca de Santa María del Río, conocido como la cuna del rebozo en México y bastión de los Zetas en la entidad, a tal grado que el mismo Heriberto Lazcano Z-3 (presuntamente muerto en Progreso en octubre del 2012 y cuyo cuerpo está ausente) estuvo a punto de ser detenido en el rancho “El Atorón” en diciembre del 2008.

Manelich vendió la plaza en millones de dólares. Las cifras difieren de acuerdo a los entrevistados: mencionan cifras que van de los 5 a los 10 millones de dólares, y fueron entregados en billetes de 20 dólares americanos, traslados en helicóptero a la Ciudad de México para el pago correspondiente a los mandos superiores.

Lo anterior, fue considerado como una traición por El Talibán, quien ordenó la muerte del traidor, quien recibía mensualmente 30 mil dólares por parte de los Zetas, incluso cuando éste ya había recibido el dinero por parte del Cártel de Sinaloa.

Ello trajo consigo que Manelich obtuviera una unidad Suburban color azul blindada para sus traslados, escoltada por dos unidades de la Policía Federal de avanzada, evitando en todo momento los lugares concurridos, al grado de pasar los fines de semana en la Ciudad de México.

El uso de una unidad Suburban fue lo que desencadenó la muerte del agente de Migración estadounidense Jaime Zapata, el 15 de febrero de 2011 cuando supuestamente "los Zetas" atacaron la camioneta con placas diplomáticas, creyendo que en la misma viajaba el delegado de la Policía Federal.

En ese momento que trascendió que no había muerto Manelich, sino un agente estadounidense, Heriberto Lazcano, de acuerdo a informes de inteligencia, vivía en la capital potosina y viajaba constantemente a los límites con Coahuila, para encontrarse con Miguel Treviño Morales "El Z-40" para atender las operaciones e incluso cazar venado.

De acuerdo con las primeras investigaciones, el ataque se realizó sobre la Carretera 57, en su tramo San Luis Potosí-Querétaro, aproximadamente a las 15:20 horas, a la altura del municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí.

Fuentes cercanas revelaron que un grupo de sujetos armados, realizó el ataque a la camioneta en la que se transportaban los oficiales y que portaba placas diplomáticas de Estados Unidos.

Sin embargo, fuentes de la embajada de Estados Unidos en México informaron que dos agentes especiales de la ICE habían sido heridos a tiros durante un asalto cuando viajaban de Ciudad de México a Monterrey, por lo que la Procuraduría General de la República (PGR) inició una averiguación previa PGR/SLP/SLP-V/104/D/2011 por los delitos de homicidio, homicidio en grado de tentativa, lesiones y lo que resulte, tras el ataque mientras los agentes transitaban entre Querétaro y San Luis Potosí.

Ante la presión estadounidense, detuvieron a los presuntos sicarios que cegaron la vida del agente e hirieron a otro, siendo estos Julián Zapata Espinoza (quien dirigía el comando), Rubén Darío Venegas, José Ismael Nava Villagrán y Francisco Carbajal, quienes manifestaron ser de los Zetas y tras declararse culpables fueron trasladados a la unión americana donde fueron sentenciados a cadena perpetua.

Según el testimonio de Zapata Espinoza difundido por CNN en aquellas fechas, él ordenó a los funcionarios estadounidenses detenerse y salir de su vehículo, pero Zapata y Ávila se negaron e intentaron identificarse como funcionarios diplomáticos. Después intentaron escapar y los Zetas les dispararon.

Después de tan espinoso suceso, se logró la captura el 27 de febrero de ese año, de Luis Miguel Rojo Cejo, alías el Oso Rojo, operador financiero de los Zetas, con el objeto de darle un mensaje al grupo delictivo al pegarle en el entramado financiero.

El Oso Rojo, vivía con total impunidad que asistía a los eventos sociales de la entidad, siendo figura conocida en los lugares de moda de la Av. Carranza y Lomas en la capital potosina, donde todos los Zetas además de temidos, son respetados.

La carretera 57 México-Nuevo Laredo es la arteria principal por donde opera el Cártel del Golfo y los Zetas quienes están en una lucha constante con sus otrora socios.

Los Zetas tienen como “halcones” (Vigías) a todos los deshuesaderos de la entidad, así como a todas las prostitutas, quienes están en nómina como informantes y se encargan de reportar en tiempo y forma todas las actividades de los cuerpos de seguridad de los tres niveles de gobierno, principalmente de la Policía Federal, cuya Academia se encuentra enclavada en la Colonia Tercera Chica, cerca del Saucito, en la capital potosina.

En el siguiente sitio se encuentra el texto íntegro: Manelich Castilla, el hombre que traicionó a los Zetas