IGLESIA CATÓLICA NO PROTEGERÁ AL SACERDOTE ACUSADO DE MÚLTIPLES ABUSOS SEXUALES DE MENORES, DICE VOCERO DE LA ARQUIDIÓCESIS
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Texto de Jorge Fernando Canseco / El Heraldo de San Luis Potosí.-
San Luis Al Instante.- Al hacer entrega de un documento en el que se define y explica la postura de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, respecto de los señalamientos formulados en contra del sacerdote Eduardo Córdova Bautista, ex apoderado jurídico de la Iglesia Potosina, por la comisión de probables delitos de abuso sexual contra menores de edad, el vocero arquidiocesano Juan Jesús Priego Rivera solicitó confianza en la actuación justiciera de la institución religiosa, aseverando que “la mentira no le sirve a la causa de la Iglesia”.
Priego Rivera, tras la lectura y entrega del documento firmado por el arzobispo Cabrero Romero y el canciller Fernando Ovalle González, aseguró que al conocerse el dictamen del Tribunal Eclesiástico de Roma, el Dicasterio de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Iglesia Católica potosina dará a conocer los resultados y obrará en consecuencia de los mismos, con la seguridad de que no se buscará proteger al señalado, en caso de resultar este responsable.
--La Iglesia –dijo--, no encubrirá a nadie.
Sin embargo, aclaró, no se apresurará a emitir juicios al respecto, hasta en tanto no se conozca el dictamen del Tribunal Eclesiástico de Roma, donde el proceso aún no culmina.
Juan Jesús Priego –quien estuvo acompañado por el Vicario General, Benjamín Moreno Aguirre en la rueda de prensa convocada, y a la que no se citó al encargado del despacho de la representación legal arquidiocesana, el sacerdote Oswaldo Esquivel, dijo que el caso Córdova se ventiló en el Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis, el 28 de noviembre de 2008, lo que prueba que asumió su responsabilidad conociendo y poniendo en marcha el proceso, cuatro años antes de lo que señalan los medios de comunicación a nivel nacional.
Sin embargo, y aunque el proceso de 2008 derivó en una declaración de no responsabilidad del implicado, el dictamen no fue turnado a la Congregación para la Doctrina de la Fe siete meses después, el 15 de julio de 2009.
Una vez que, el 3 de abril de 2012 se instaló en el servicio episcopal de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, un grupo indeterminado de fieles tomó acercamiento con él para formular nuevos señalamientos contra Eduardo Córdova Bautista. Por los antecedentes de 2008-2009, procedió a informar al Dicasterio (la Congregación para la Doctrina de la Fe), que o reabrió el caso o instruyó un nuevo proceso contra el sacerdote denunciado al interior de la diócesis, tomando algunas decisiones derivadas de los propios denunciantes, enfocadas a la reserva de los nombres de las víctimas, pero garantizando plenamente los derechos de los implicados, entre ellos el de presentar una demanda judicial penal ante las autoridades públicas.
Interrogado sobre el número de denuncias registradas en la diócesis contra Córdova Bautista, el vocero insistió en que eso se mantendría, igual que los nombres de los denunciantes, bajo reserva, por ética; observó, además que los números que se presentan en los medios de comunicación (por parte de Alberto Athié Gallo) no coinciden con los que tiene la diócesis de San Luis Potosí.
Argumentó también que no corresponde a la institución religiosa, sino a las víctimas el deber y el derecho de denunciar los ilícitos imputados a Eduardo Córdova, ante el Poder Judicial (público) y sostuvo que, en cambio, es deber ético y moral de la Iglesia proteger a las víctimas. “Sería desleal de nuestra parte” (el acudir a las instancias judiciales públicas para interponer demandas penales en su nombre); "las víctimas y sus familiares son libres para hacerlo."
También dijo –aunque se habló reiteradamente de víctimas, no de presuntas víctimas—que la Iglesia diocesana no está en condiciones ni éticas, ni morales ni legales, para hablar de depredadores sexuales, en tanto que no hay dictámenes de responsabilidad y en tanto que no hay demandas instruidas en la Procuraduría General de Justicia en el Estado y ante las mesas del Ministerio Público Investigador.
--¿Desestima, entonces, los testimonios públicos de las víctimas? –se le preguntó.
--No, no es que no creamos en la versión de las víctimas, pero no podemos señalar a nadie cuando no sólo no hay un dictamen, sino cuando no se ha registrado una demanda; en los medios se asegura que hay cientos de víctimas, pero no hay, y esto es lo cierto, ninguna demanda ante las autoridades civiles. No podemos adelantar vísperas. Estamos a la espera del dictamen, del veredicto de(l Tribunal Eclesiástico de) Roma.
Aseguró que de presentarse una demanda judicial-penal contra Córdova Bautista, la arquidiócesis la agregaría también al proceso canónico en curso en la Ciudad-Estado de El Vaticano. Dijo que dos personas acudieron ya a denunciar, con sus nombres y apellidos, valientemente, al sacerdote señalado, pero estas denuncias han sido formuladas ante los medios de comunicación y aún no hay demandas formales ante las autoridades judiciales.
Interrogado sobre la situación jurídica interna del sacerdote Córdova Bautista, quien se ostentó como representante de la Arquidiócesis de San Luis Potosí ante instancias públicas como el Consejo Municipal de Transparencia de San Luis Potosí, entre otras, aseguró que lo haría a título personal y por invitación de las autoridades, deslindando al arzobispado
El delito de abuso sexual es definido como imprescriptible y, en tal condición, obliga a las autoridades públicas a su persecución de oficio, razón por la que se preguntó si la arquidiócesis solicitará al gobernador de San Luis Potosí ordenar a sus subordinados cumplir a cabalidad con estas disposiciones legales, a lo que Priego Rivera respondió con un ¡Claro, claro que sí!