sábado, 19 de abril de 2014

Impresionante Procesión del Silencio en SLP

IMPRESIONANTE PROCESIÓN DEL SILENCIO EN SLP


#SLP #ProcesiondelSilencio

Por: Adolfo Vázquez.-


San Luis Al Instante.-
Como cada Viernes Santo desde hace 61 años las calles céntricas de San Luis Potosí presentaron un escenario místico para representar la Procesión del Silencio, que fue integrada por 30 cofradías, 24 imágenes y 2 mil participantes que recorrieron aproximadamente dos kilómetros en el Centro Histórico de San Luis Potosí.

Fue en punto de las 20:00 horas cuando el alcalde Mario García Valdez acompañó a la guardia pretoriana para salir de las puertas del Teatro de la Paz e ir a tocar las puertas de la Iglesia del Carmen y dar inicio al magno evento de la Procesión del Silencio.

El mayor ritual religioso de la ciudad que año con año guarda luto por la muerte de Jesús y que es reconocido como Patrimonio Cultural de San Luis Potosí, fue presenciado por unas 200 mil personas, muchas de ellas visitantes nacionales y extranjeros.

Todo inició en la explanada de la Plaza del Carmen, cuando los representantes de las tropas romanas abrieron el duelo de la noche con un hueco redoble de tambores y las crispantes notas de un clarín.

Enseguida un guardia pretoriano adelantó al grupo y tocó tres veces la puerta del Templo del Carmen, toda vez que el clarinero ordenó silencio a los concurrentes.

La multitud obedeció y entonces se instauró en los alrededores un clima de completa expectación. Las puertas del templo se abrieron y comenzaron a despuntar sobre la plaza las primeras cruces y cirios que la comitiva llevaba todo lo alto.

Pocos segundos después las calles circundantes se llenaron de la luz de faroles y capuchas cónicas que avanzaron con parsimonia, en gesto de duelo. Todos los cofrades portaban emblemas e imágenes religiosas y vestían de acuerdo a los colores correspondientes a su compañía.

Entre las cofradías destacaba la presencia de algunas con fuerte arraigo local, coma la de los Charros y las Adelitas, así como las de Chirimía y Teponaxtle, integradas por descendientes de etnias locales.

La figura de la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad fue la gran protagonista del desfile. Fue transportada sobre un majestuoso anda de más de una tonelada, montado sobre los hombros de 40 hombres.

A lo largo del trayecto se pronunciaban pregones y saetas que detenían a la procesión en puntos estratégicos.

Estas voces retóricas, pertenecientes a la tradición sevillana, ofrecen un acongojado homenaje a manera de recital y canto. Los pregones son un discurso reflexivo que tiene por objeto resaltar la esencia de la Semana Santa; mientras que las saetas son una entonación aflamencada que irrumpe secamente en todos los callejones, lamentando la crucifixión de Jesucristo.

Luego de atravesar las calles de Villerías, Universidad, Galeana, Independencia, Venustiano Carranza, Aldama, Madero y Manuel José Othón, el recorrido concluyó justo donde comenzó: en el Templo del Carmen.

Al filo de la media noche llegó la última cofradía y finalmente las puertas del templo se cerraron.

Llegó entonces la hora del reposo para la ciudad. Al día siguiente, Sábado de Gloria, serán horas de celebración, mediante liturgias especiales que se realizarán en todos los templos por la resurrección de Jesucristo.

La tradición de la Procesión del Silencio tiene sus orígenes en la España del siglo XIII, cuando los sacerdotes franciscanos iniciaron sus procesiones de sangre, en las que se infligían castigos físicos y representaban escenas relativas a la Pasión de Cristo.

En el siglo XVI, el ritual fue traído a la Nueva España gracias a la orden de los Carmelitas Descalzos. Fue en el año de 1815 cuando se llevó a cabo por primera vez en la Ciudad de San Luís Potosí.

Empero, no se instauraría de manera anual, como lo es ahora, hasta el año 1954. Desde entonces se ha convertido en la procesión católica más importante de la República Mexicana.

La Secretaría de Turismo señala que "el atavismo religioso que devela como luz sobre el prisma a los diferentes componentes que conforman la esencia de la fe potosina, la Procesión del Silencio es una poderosa comunión de nuestra gente con Dios, mediante la cual renovamos nuestros lazos y hacemos frente al porvenir con esperanza".

El dispositivo de seguridad y vigilancia especial para la Procesión del Silencio en San Luis Potosí, durante la noche del Viernes Ssanto se reportó sin ninguna novedad y todo en orden.