viernes, 14 de febrero de 2014

Negligencia criminal de IMMSA causa tragedia minera en Charcas

NEGLICENCIA CRIMINAL DE IMMSA CAUSA TRAGEDIA MINERA EN CHARCAS


San Luis Al Instante.- Familiares de Benito Arriaga y Téodulo Rivera, dos de los cinco trabajadores fallecidos en el accidente ocurrido este miércoles 12 de febrero en la mina de IMMSA en el municipio de Charcas, denunciaron negligencia criminal por parte de la empresa.

Los deudos de los mineros fallecidos desmintieron las versiones dadas por la empresa, cuyos voceros aseguraron que fueron víctima de un accidente.

"No se accidentaron cuando realizaban tareas de mantenimiento, como asegurara la empresa, porque ya había terminado su turno de trabajo y subían a la superficie a través de un malacate usado para acarrear material", afirmaron.

"Fueron obligados por los funcionarios de la empresa a hacerlo de esa forma, como siempre lo hacían, porque los dueños debían de haberles dotado de un elevador apropiado para el personal", agregaron.

Según dijeron a periodistas que se trasladaron hasta el lugar del incidente en el municipio de Charcas, perteneciente al Estado de San Luis Potosí, IMMSA los obliga a usar el malacate para ahorrarse recursos, pues tendría que subirlos diez kilómetros en espiral por la rampa.

Por su parte, varios trabajadores dijeron estar cansados de las condiciones de inseguridad que imperan en esa mina.

Los mineros fallecidos estaban en el piso 18 de un total de 23, a unos 540 metros aproximadamente, cuando el eje del tiro se desplomó junto con el cable de cola. El golpe con los muros desprendió pedazos de roca hacia el malacate en que subían los mineros.

El peso del cable y las piedras los mató. Sólo han podido ser rescatados dos cuerpos, pues los otros tres están cientos de metros más abajo y otros hasta el fondo.

En la víspera, mineros habían comentado a sus familiares que el cable del tanque que los bajaba estaba muy desgastado.

Esta tragedia vuelve lamentablemente a demostrar que las condiciones de trabajo en las minas mexicanas están totalmente fuera de la ley y que sus propietarios gozan de plena impunidad, pese a las tragedias humanas que su ocasiona 
actitud.