lunes, 21 de octubre de 2013

Condena Arzobispo Cabrero a policías de Toranzo asesinos y violadores

CONDENA ARZOBISPO CABRERO A POLICÍAS DE TORANZO ASESINOS Y VIOLADORES


Por: Jorge Fernando Canseco / El Heraldo de San Luis.-


San Luis Al Instante.- El arzobispo de San Luis Jesús Carlos Cabrero Romero convocó a las autoridades públicas y competentes para que asuman la responsabilidad de reordenar, capacitar, adiestrar y garantizar en la ley y la justicia, las acciones y responsabilidades de los agentes de las corporaciones policíacas, toda vez que algunos elementos se han involucrado en ilícitos que incluyen ya el secuestro, la violación sexual y el asesinato.

Don Jesús Carlos Cabrero fue abordado en este tema, al término de la eucaristía del mediodía dominical presidida por él en la Catedral Metropolitana, luego de conocerse de la actuación delictiva de agentes de la Policía Ministerial del Estado que secuestraron a una pareja en Mexquitic de Carmona y procedieron a la violación de una mujer.

Demandó el jerarca católico a las autoridades públicas, Ejecutivas y Judiciales, corresponsabilizarse de estos hechos y aplicar la ley y la justicia para que no queden impunes, así como para mantener la credibilidad y la confianza de la sociedad en las instituciones de seguridad pública.

Pidió no descuidar la idoneidad, la capacidad y la vocación de los ciudadanos que han accedido al servicio policíaco porque, advirtió, la improvisación de policías trae consecuencias desagradables y, en ocasiones, funestas que dan al traste con la credibilidad y la confianza de las corporaciones e instituciones de seguridad pública.

Destacó que la ciudadanía, además de criticar y denunciar las malas actuaciones policíacas, anhela y tiene derecho a contar con una corporación de seguridad ética, confiable, capacitada, perfectamente adiestrada para el desempeño de su delicada tarea, sin menoscabo de la ley y del respeto a los derechos humanos.

De ahí que, dados los casos de actividades delictivas en que se han involucrado agentes policíacos, urja la iglesia la intervención de las autoridades judiciales, porque, lamentó (los agentes, los mandos medios y superiores), distan en ocasiones de ser “blancas palomitas”.

Insistió en la necesidad de reordenar las academias, esquemas, programas y estrategias de formación y capacitación policíaca para erradicar la prepotencia, el autoritarismo y la preponderancia a la comisión de ilícitos de no pocos agentes policíacos; necesitamos una policía firmemente formada, ética, apegada a derecho y al respeto de los derechos humanos, no una policía improvisada.