TITULAR DE LA PRODEM HA SIDO UN INÚTIL PARA PROTEGER A MENORES Y MUJERES
Desde hace meses, con desplegados en medios de comunicación, un médico de nombre Miguel Ángel Romo Pérez ha denunciado en diversas ocasiones que Pablo Loredo Oyervidez ha hecho uso de su cargo como procurador para influir a favor de Aurora Margarita Dávalos Valdez de quien se está divorciando y cuya defensa jurídica, como en muchos otros casos, había estado a cargo del grupo de abogados de Prodem desde 2008 con número de expediente 1506-08.
Fuentes al interior del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia aseguran que, a raíz de lo publicado, Guillermo Perogordo Oliva, abogado del médico, se puso en contacto con la cúpula del DIF; es decir, Lorena Valle Rodríguez, presidenta de la Junta Directiva, y su directora, Cecilia González Gordoa, quienes ordenaron a Loredo Oyervidez que se abandonara la defensa jurídica de Aurora Margarita a pesar de que el asunto se encontraba en etapas muy avanzadas.
Loredo Oyervidez se acogió a los preceptos neobíblicos que sostienen que “no sólo de peroratas sobre derechos humanos vive el hombre” y aceptó caer en la bendita tentación de continuar cobrando su quincena, por eso aceptó dar la orden de dejar sin asesoría legal a una mujer cuyo único error fue el de haber creído que en las instituciones públicas los intereses de la ciudadanía están por encima de las relaciones de poder y amistad de los grupos de poder.
Inútil como procurador, Loredo Oyervidez tiene asegurada su permanencia dentro de la administración siempre y cuando su utilidad como blanco de críticas y descontento ciudadano no pierda efectividad y les pase factura a sus superiores como muy pronto podría ocurrir. Poco tardó el karma en tomar el apellido Perogordo para volver al DIF y a Prodem como una especie de broma de mal gusto.
Greta Perogordo, joven que acusó a su papá, Eduardo Perogordo Oliva, de presunto abuso sexual, se encontraba bajo custodia de la Prodem cuando fue vista por última vez. “Se escapó” después de haber ido a Temazcalli a una consulta sicológica, dijo Pablo Loredo. Antes de desaparecer, Greta llevaba días viviendo en uno de los albergues del DIF y hasta ahora a ningún funcionario o empleado gubernamental se le ha responsabilizado por ello.
Tal vez por llevar el apellido Perogordo a cuestas, el otro procurador, Federico Garza Herrera, no se atrevió a declarar que Greta se “había ido con el novio” como sí lo hizo en pasadas ocasiones cuando desaparecieron jóvenes en el estado. También, por ser parte de la “gente bien” de San Luis, la Alerta Amber para su localización se activó en pocas horas y no días después como deben esperar los que nacieron para votar y no para ser votados.
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