"LA BESTIA" ES REPRESENTADA EN LA CATEDRAL POTOSINA
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Texto de Jorge Fernando Canseco / El Heraldo de San Luis Potosí.-
San Luis Al Instante.- La Bestia, la injusticia, la violencia, la pobreza, el desequilibrio social, el hambre y los pasos perdidos de la humanidad se dieron ayer la oportunidad de descansar en el atrio de la Catedral Metropolitana de San Luis Potosí, compartiendo el aire y el espacio con los ángeles de cantera y los santos tutelares de la Iglesia, esculpidos en mármol de Carrara.
El Sueño de Corazones fue el nombre de la insólita, por inesperada, exposición de esculturas de cartón elaboradas por migrantes oriundos de Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Ecuador, Belice y por nuestros compatriotas transmigrantes de otros estados del país.
Las artesanías de cartón pintado, una de las cuales, de grandes dimensiones representó a la trágica Bestia sobre la que se montan los migrantes, una vez que han cruzado el Río Suchiate, casi inmediatamente la mañana de ayer jalaron la atención de los usuarios del Centro Histórico que, con cámaras fotográficas y de video, con las aplicaciones de sus teléfonos celulares, se aprestaron a captar esas imágenes…
Pero ¿Qué les comunicaron, aparte del asombro y de la curiosidad? Poco, muy poco… o nada, aparte de eso. Y es que, aunque la Casa de la Caridad Cristiana-Hogar del Migrante realizó una curaduría de las artesanías de cartón que se exhibieron sobre viejos maderos y aún sobre los durmientes que soportan los rieles por donde se desliza ruidosa, traqueteante, La Bestia, como se conoce al ferrocarril que parte, precisamente de los límites sureste del país con Centro América, hacia la vecindad norteña con los Estados Unidos, el imán de los dreamers.
El simbolismo de las artesanías cartoneras, en México, se asocia comúnmente con la tragedia, con la muerte, con el engaño, con la delincuencia criminal… y, entre otras cosas, con la política y el abuso de poder.
Han llegado hasta el atrio las sensaciones, los miedos, la desesperanza, el drama, la tragedia, el reclamo desesperado de justicia y de oportunidades, traducidas en cartón; comparten con nosotros, los hermanos centroamericanos y los migrantes de nuestro propio estados y país todos estos signos del drama de la desigualdad humana.
Y han llegado estas esculturas de cartón para compartir espacios con los símbolos de la Iglesia, que como en otras partes del mundo y del país, vive con intensidad el drama bíblico de la traición, precisamente representado por Judas.
No es casual que en la Semana Santa, la tradición secular obligue a la pública incineración de los múltiples Judas con caretas de políticos, delincuentes y depredadores; con la horrida careta de la guerra, el tráfico de drogas, la trata de blancas, la carestía, la desesperanza y la muerte.
Los artistas que viajan sobre los lomos de La Bestia, hablan con sus obras de cartón, de sus realidades sociales y personales. Del dolor de las madres que se quedan con el corazón sangrando cuando ven a sus hijos alejarse del hogar para, obligados por el hambre, la injusticia, el miedo y los desequilibrios sociopolíticos, hacerse en un camino sinuoso, escarpado, persiguiendo el sueño de la dignidad humana.
San Luis Rey de Francia, patrono del Estado y la ciudad capital ha sacado su espada de la funda… Sin embargo, acabar con La Bestia que transporta en sus lomos a los dreamers, como pretende el gobierno federal, sólo agravará su triste condición.
Urge una solución de fondo, por el que acabe la expulsión de los afectados desde la matriz de Jezabel (Los estados fallidos y aquellos en los que el poder per sé y el dinero, se sobreponen al derecho de sus conciudadanos a la dignidad humana.