NO HAY PRUEBAS DE PEDERASTIA EN CONTRA DE CÓRDOVA, ASEGURA EL ARZOBISPO DE SLP
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Por: Jorge Fernando Canseco / El Heraldo de San Luis Potosí.-
San Luis Al Instante.- El Arzobispo de San Luis, Jesús Carlos Cabrero, se autoubicó incapaz de realizar algún pronunciamiento claro hasta en tanto no concluya el proceso ni se esclarezca la situación jurídica civil, entre las afirmaciones que señalan al ex apoderado legal de la arquidiócesis, Eduardo Córdova Bautista, en el proceso canónico en marcha y la ausencia de demandas y elementos probatorios en el Ministerio Público.
Lo cierto es –dijo--, que no hay pruebas en firme.
--Sólo hay decires, y en el dicen nos llevamos a todos…
--¿Y mientras?
--Mientras a tumbar prestigios, fama, honradez, trabajo, presente, futuro y, si las personas (acosadas de esta manera) no están preparadas (podemos) hacerlas caer hasta en una depresión.
--¿Qué le ha manifestado el padre Córdova?
--Bueno, no es que tenga depresión… pero siente. Si yo siento feo. ¿Cómo que nada más así alzan la voz? Y ¡Pum, pas!
--¿Y sobre Noé Trujillo? ¿No ha aparecido?
--No. No ha aparecido. ¡Entiéndanme! ¿Yo qué puedo hacer en estos casos? --dijo abriendo los brazos en cruz.
Dijo que la Iglesia, de probarse la culpabilidad de los señalados, no eludirá su responsabilidad de reparar el daño ocasionado.
--¿Cree en la inocencia de Córdova?
--Tengo que responder con claridad…
--¿Sí?
--No, no, tampoco. El asunto es que… ¡No sé! No puedo decir eso, ni lo contrario… no hay pruebas.
Eduardo Córdova Bautista se encuentra en calidad de suspendido como sacerdote y como apoderado legal de la diócesis de San Luis Potosí, sujeto de una serie de acusaciones por el presunto ilícito de abuso sexual contra menores y adolescentes.
Se ha sumido en una profunda depresión, en tanto que en la Procuraduría General de Justicia en el Estado se afirma que no hay demandas en su contra, mientras que en Roma no hay un pronunciamiento claro, en el marco del proceso judicial canónico que se le ha instruido.
Ayer, tras la solemne eucaristía de la Bendición de Ramos, en la Catedral Metropolitana, el arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero, respondió los interrogantes planteados a ese respecto, así como del caso del desaparecido sacerdote Noé Trujillo, acusado por una adolescente de abuso en Soledad de Graciano Sánchez.
Reconoció que los escándalos de pederastia, enfrentados ya por tres papas: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, han conducido a la Iglesia Católica Romana a una crisis abismal, que no ha dejado de enfrentar. La iglesia –dijo--, es muy sensible a este tema de la pederastia y reprueba decididamente a quien daña a los niños y a las niñas, más tratándose de un clérigo.
Respecto del caso del ex apoderado legal de la diócesis, el sacerdote suspendido en sus funciones clericales, Eduardo Córdova Bautista, dijo que ni el tribunal canónico instalado en Roma, ni las autoridades judiciales civiles han emitido un dictamen definitivo; los procesos en el tribunal canónico están en marcha y los relacionados con las autoridades judiciales civiles, simplemente no se han dado, al no formalizarse una denuncia.
--¿No se ha probado el delito? –se le preguntó.
--No hasta este momento –respondió. Dijo que el tribunal romano no le ha comunicado hasta ahora nada acerca del proceso, razón por la que declinó emitir una opinión.
--¿Qué le ha dicho, qué le ha manifestado el padre Córdova?
--En lo personal expresa que está triste y que quiere paz para meditar…
Insistió en que, en tanto no se emita un dictamen en Roma a ese respecto, la jerarquía clerical diocesana no podrá emitir ningún pronunciamiento al respecto. Al momento se le ha retirado de la capellanía, se le ha instruido para que no ejerza como sacerdote y se le ha retirado también, un mes y medio atrás, de la representación legal.
--¿Hay demandas?
--No. No existen. En estos momentos no existen, por eso estamos a la expectativa; en el ramo de lo civil no hay denuncias.
No obstante, interrogado sobre si la Iglesia, la diócesis, se dispondría, en caso de probarse la responsabilidad del señalado, a indemnizar a los afectados, indicó que esa es una responsabilidad que no se eludirá, en caso de que se probara la responsabilidad del señalado. Tenemos que cuidar de la salud y del estado de las personas, esta es la responsabilidad de la Iglesia.
Reconoció que “un grupo” se acercó a él, para quejarse del padre Córdova. Sin embargo, hizo notar que hasta ahora no hay una denuncia formal en su contra, sino de hechos:
--Cuando yo llegué. Hubo un grupo de personas que se acercaron y, no es que hayan denunciado, sino que ellos se quejaron y no llegó a denuncia. Se quejaron… pero la Iglesia está abierta…
El arzobispo se deslindó de los hechos registrados antes de asumirse como jerarca de la arquidiócesis potosina, por mandato de Roma.
--¿El padre Córdova se encuentra en San Luis?
--No lo sé, pero tiene que estar, tiene que estar…
Dijo que él (Eduardo Córdova) ha preferido deslindarse de la diócesis, hasta en tanto se clarifique esta situación.
En su mensaje a la comunidad católica, el arzobispo llamó, particularmente a los clérigos, a tomar conciencia de sus actos y del efecto que estos tienen en la comunidad y de “cómo afectamos a la vida de la Iglesia, afectamos inclusive a la credibilidad de la Iglesia, afectamos al acercamiento confiado de la Iglesia… Yo invito a todos ellos (a los sacerdotes) (para que) miremos bien que nuestra vida tiene un eje ye se eje es Jesucristo, y sobre él tenemos que estar y luchar, porque si vamos a inducir a la vida más estragos ¡Pobre de nuestra gente! ¿A dónde va a dar?
“Estos casos me sorprenden y preocupan. Comprendan Ustedes que uno como padre, como hermano es… como responsable y, duele, duele en el alma” –dijo.
--¿Pedirá perdón?
--Si, desde hace tiempo vengo pidiendo perdón para todo, inclusive, hasta por faltas de respeto de parte de los sacerdotes (por) a la gente ignorarla, menospreciarla; que, simplemente, incumplan con las tareas propias de un pastor…
Y añadió con voz quebrada:
--(Estas cosas) me hacen sentir muy mal, porque no tengo pruebas para decir lo contrario y si es la misma gente lo que lo está diciendo (la que acusa a los sacerdotes referidos).
“Todo esto –dijo--, nos ayudará a centrarnos, a mirar muy bien, a no ser tan ligeros y pragmatistas y disfuncionales… no, no debemos ser esto, ni ligeros ni pragmatistas ni “funcionarios” ni oportunistas…”
Esto –añadió—obligará a “mirar hacia el seminario”, con miras a realizar una selección más meticulosa de los aspirantes para educarlos y formarlos en el espíritu del buen pastor, para asumir una consecuencia de vida transparente, de entrega y para darles pruebas de que, en verdad Dios vive, y Dios los ama”.