ESTUDIANTES DEL CEART DEMANDAN LA RENUNCIA DE LAURA ELENA GONZÁLEZ
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San Luis Al Instante.- Con diversas manifestaciones en la Secretaría de Cultura y en el Centro de las Artes Centenario, así como de numerosas publicaciones en redes digitales, estudiantes de programas académicos que allí se ofrecen han exigido la renuncia de la directora de esta institución, Laura Elena González Sánchez, así como de su directors administrativo, Eloisa Sanz Durán, y de su directora académico, Ana Lilia Maciel.
Al mismo tiempo, demandan una auditoría a la contabilidad del CEART, bajo la certeza de que se han cometido cuantiosos fraudes en perjuicio de la hacienda pública y de los recursos del organismo.
Frente a la Secretaría de Cultura, alumnos de danza, bajo la dirección del maestro Arturo Garrido, realizaron una clase de las que se imparten en el CEART y hubo la lectura de dos pronunciamientos.
Entrevistado por periodistas, Garrido hizo ver la importancia de restituir el programa de danza, así como que haya respeto a los alumnos y a los maestros. "No aceptamos la postura tramposa del Centro de las Artes ni la manipulación de Jaciel Neri, que dice que todo sigue igual. ¿Cómo puede seguir igual cuando está bajando a la mitad la carga de horario a los alumnos? y ¿cómo puede seguir igual cuando está reduciendo todos los programas académicos?", abundó.
A decir del profesor de danza, funcionarias del CEART les han dicho que no hay recursos. Sin embargo, ya han programado traer a otros maestros para desplazar a los actuales. "Nos parece injusto porque quienes estamos sosteniendo los procesos académicos y quienes construimos este Centro de las Artes somos nosotros", subrayó.
Y abundó: "Quiero recordarles que fuimos nosotros quienes tomamos ese espacio cuando era cárcel y pedimos que se hiciera Centro de las Artes… La compañera Martha Aguilar, coordinadora de teatro, decía: "Para ellos es muy fácil destruir la casa que otros han sostenido..." No pueden venir ahora a pisotear los derechos de los maestros, no pueden venir a reducir los programas académicos de danza a simples Talleres libres y cortar los procesos académicos".
Garrido sostuvo que Jaciel Neri "es una persona que ha hecho un daño muy grave y nosotros esperamos que los proyectos académicos sean restituidos, que haya respeto a los maestros, que todas las personas que ya han sido desplazadas del Centro de las Artes sean reubicadas en sus espacios de trabajo".
Las protestas en contra de Laura Elena González y otras funcionarias del CEART comenzaron a desarrollarse, luego del regreso a clase de los alumnos, cuando ellos se enteraron de que ya no llevarían el plan de estudios con el que habían entrado y ello ocasionó molestia entre padres de familia, estudiantes y profesores.
Una madre de familia denunció que la Secretaría de Cultura y la administración del Centro de las Artes ha jugado irresponsablemente con sus intereses, tiempo, proyectos y dinero. "Se supone que esta es la opción que el gobierno les da los jóvenes que están en proceso de estudiar una carrera. Entonces, si se rompe todo, sí se siente una engañada, porque independientemente del pago, en cualquier lugar si tu pagas por un servicio y no te dan lo que te están promocionando u ofreciendo pues definitivamente se podría interpretar como un fraude”. declaró.
Por su parte, una estudiante de danza fijó su postura: “Estaba cursando el segundo trimestre de un programa que se nos había prometido de cuatro años. Ya había cursado anteriormente un año propedéutico, pero pues ha habido una serie de cambios que decidieron los directivos del CEART, cambios que se dieron sin previo aviso... Nosotros regresamos de vacaciones de Navidad para iniciar el curso y nos encontramos con la sorpresa de que el grupo de nuestros compañeros de tercer año ya no existía, ya no había quien les diera clases, y a nosotros como alumnos de primer año nos recortaron un 50 % nuestras clases, teníamos 21 horas a la semana y nos dejaron solo 10 horas, quitándonos materias como Filosofía, musicalidad del cuerpo, teatro y recortándonos las clases técnicas, como ballet y contemporáneo, toda esta situación nos tiene muy tristes y enojados."
"Nosotros ya habíamos pagado por la carga completa de materias que nos habían prometido y de la nada nos dicen que han desaparecido... Esto se ha dado gracias a los nuevos directivos que lejos de preocuparse por el proceso artístico de cada uno de nosotros, se preocupan más por el dinero que pueda surgir de otro tipo de cosas, dejando de lado el esfuerzo que hacemos, nuestro sueño, porque es lo que es: nuestro sueño, nosotros vamos cada día ahí porque queremos dedicarnos a esto, a la danza, queremos ser bailarines y pues ahora nos dicen que ya no existe nuestro plan educativo", dijo.
A su vez, Antonio Trejo, en nombre de la Comuna Artística Revolucionaria, leyó un pronunciamiento, en donde criticó las posturas discriminatorias de funcionarias del CEART, encabezadas por Laura Elena González, que fueron expuestas en una grabación de audio.
"Llama la atención el tono discriminatorio que utilizan con respecto a los alumnos que por alguna razón social o económica principalmente, no pueden cumplir a tiempo con el pago de estas cuotas. En la grabación se escucha claramente la forma discriminatoria al comparar a dichos alumnos morosos como personas que solo podrían asistir a tomar algún curso o taller a alguna “Casa de barrio”, en donde por cierto muchas de las cuotas de recuperación son simbólicas… aunque es injusto comparar la infraestructura e instalaciones y presupuesto que se tienen en estos otros espacios alternativos con la mega infraestructura y oneroso aparató burocrático que cuenta el Centro de las Artes de San Luis Potosí…. Desde allí consideramos que están fuera de lugar las apreciaciones que se escuchan en voces de las funcionarias en cuestión…", dijo Trejo.
"En otras palabras….asistir a un curso o taller en alguna casa de barrio, da a entender que quienes así lo hacen, no pueden acceder a otro nivel de perfeccionamiento o capacitación en el desarrollo artísticos. Y entonces el Centro de las Artes, solo será accesible para quienes tengan la capacidad económica suficiente para pagar a tiempo las cuotas y/o colegiaturas que se cobran para acceder a los diversos cursos y talleres que se allí se ofrecerán", abundó.
"Es claro que un espacio público, que se maneja y administra con recursos públicos Estatales y Federales, no puede ni debe ser administrado en base a “ocurrencias” o caprichos personales", subrayó.
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