EL MILAGROSO BLANQUEO DE LAS CUENTAS DE GALLARDO / COLUMNA LOS JEFES
Columna Los Jefes, publicada en el periódico El Sol de San Luis el martes 7 de junio de 2016.-
Eduardo José Alvarado Isunza.-
Por ser flojos para leer o por estar predeterminados por sus propios marcos de referencia, pocos entendieron a qué se refería Jorge Schiaffino Isunza cuando el viernes pasado disparó tremendos obuses en contra de Ricardo Gallardo Juárez.
Cuando el delegado del PRI acusó de gobernar al prerredista con el crimen organizado a los ayuntamientos de San Luis Potosí y Soledad no se refería a grupos dedicados al narcotráfico, extorsión, sicariato, secuestro y prostitución.
En el contexto de sus declaraciones puede hacerse una hermenéutica a sus palabras y descifrarlas con justeza. Schiaffino se refirió al blanqueo de irregularidades por 37 millones de pesos de la cuenta pública municipal.
El hecho de que en solo 20 días Gallardo pudiera comprobar a la Auditoría que gastó correctamente 37 millones de pesos en medicamentos a la misteriosa Sandra Sánchez Ruiz, fue considerado por el priista como una operación criminal.
No se refería a que el perredista gobernara con un cártel dedicado al comercio de drogas o de personas o al sicariato, sino que sólo una pandilla criminal podría haber hecho posible el milagro de blanquear así de rápido sus cuentas.
Por una extraña razón, gallardistas, periodistas, funcionarios y ciudadanos fatalmente construyeron en su cabeza una asociación entre el munícipe con cárteles como los arriba mencionados, a partir de las declaraciones del delegado priista.
Pero por crimen organizado no debe entenderse sólo a esa clase de pandillas. También debe entenderse a quienes se organizan para cometer defraudación fiscal, robo de dinero público, delitos contables, crear empresas fantasmas.
En voz de Schifaffino, entre quienes integrarían ese grupo criminal estaría José de Jesús Martínez Loredo, titular de la Auditoría Superior del Estado, pues él quitó la mangana que amenazaba con hacer rodar a Gallardo por el suelo.
Ante medios informativos, fue este funcionario quien juzgó las sospechosas compras de medicamentos a Sandra Sánchez Ruiz como “totalmente correctas”, aunque extrañamente luego intentó descalificarse a sí.
Otros que habrían formado parte de esa operación de blanqueo de la contabilidad municipal, con el fin de limpiar de toda sospecha de delito a Gallardo Juárez, habrían sido diputados de la autodenominada facción de Los Broncos.
De acuerdo a publicaciones periodísticas, serían ellos quienes pidieron a Martínez Loredo eliminar 15 páginas del “Pliego de observaciones correspondiente a la revisión de octubre a diciembre de 2015 (Ramo 28)”.
Auditores que trabajaron en esa investigación señalan que los movimientos sobre los que diputados pidieron eliminar observaciones se relacionan con la compra de medicamentos a Sandra Sánchez Ruiz.
A este grupo debe agregarse el nombre de Cándido Ochoa Rojas. A él debe Martínez Loredo su puesto en la ASE, además de ser suya la mano que mueve a Los Broncos. A ellos se refería Schiaffino y no a un cártel de drogas o de sicarios.
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