(TESTIMONIO) MUJER NARRA INTENTO DE SECUESTRO A ELLA Y A SU HIJA EN LA SAN ÁNGEL
#SLP #SanLuisPotosí #GobiernoSLP #AlInstante
San Luis Al Instante.- Un nuevo testimonio de una mujer potosina se ha viralizado en las redes sociales digitales, al dar cuenta de un intento de secuestro a ella y a su pequeña hija, ocurrido este pasado lunes 16 de mayo en la colonia San Ángel, en el rumbo del Saucito, una de las zonas más violentas e inseguras de esta ciudad de San Luis Potosí.
A 18 horas de haber publicado su testimonio, éste ya había sido compartido 561 veces. Los hechos fueron narrados como ciertos por una mujer a quien no identificaremos por petición suya y sucedieron a las 15 horas aproximadamente de este lunes.
Constituye uno de los tantos hechos de inseguridad existentes en esta ciudad, sobre todo de los riesgos que diariamente enfrentan las mujeres potosinas a su vida e integridad. Ella misma nos ha asegurado haber recibido mensajes a partir de su testimonio, en donde otras personas le dicen que sus hijas, madres o esposas han sido víctimas de secuestro en ese sector de la ciudad.
Enseguida publicamos su relato con unas ligeras correcciones ortográficas y sintácticas.
"El día de hoy, aproximadamente a las 3:00 de la tarde, salí de mi casa con mi niña de 1 año. La llevaba en el triciclo y hasta ahí todo bien. Me paré a comprar algunas cosas y seguí con mi camino. A la altura de San Ángel 1a Seccion, en frente del Deportivo, estaba una camioneta blanca estacionada, de esas tipo Van. Había una persona adentro con las piernas hacia afuera y la puerta recargada en sus piernas fumando. Me preguntó la hora, a lo que le respondí que no sabía.
Seguí con mi camino y él me gritó que quería saber cuál era la Segunda Sección, a lo que yo sin par de caminar, volteo y le respondo que está pasando el tope. Me crucé la calle y seguí por mi camino. Justo en la salida de San Ángel, antes de cruzar el Oxxo, dí vuelta por esa calle del cajero, y a esa altura se me empareja la misma camioneta blanca y (el hombre) comienza a preguntarme que a dónde iba, a decirme que si me costaba mucho pararme a dar una referencia y ese tipo de cosas.
Como pude me crucé de calle y me metí en la callecita que dá directo a la iglesia. Estaba por la fuente, cuando volteo y veo la camioneta parada. Se bajó el conductor y de la parte de atrás una muchacha de aproximadamente 25 años, y empezaron a caminar detrás de mí. Atravesé todo (...) prácticamente corriendo y en la primera tienda que ví me metí. Probablemente venía pálida, porque la muchacha se acercó a preguntarme si pasaba algo. Le expliqué lo que pasaba y ella agarró el triciclo con mi niña aún arriba y lo sacó de la tienda, diciéndome que ella no quería problemas.
Salí de la tienda. Cuando apenas dí algunos pasos siento una mano al lado de la mía. Era la muchacha que se bajó de la camioneta y tenía agarrado el triciclo. Enseguida siento la mano del señor en mi hombro, al mismo tiempo que me dice: "hola, bonita". Mi mente se empezó a disparar, cuando de reojo ví a que traían un trapo blanco mojado en la mano, que venía dejando camino, porque estaba goteando.
Quería gritar, quería pedir ayuda, había demasiada gente, ya que estaba a nada de la parada del camión, pero no podía. Cuando de pronto sale de una de las tiendas de discos un señor, diciendo: "Oye tú, ¿a qué hora ibas a llegar, qué no tienes reloj?". Saluda a las dos personas que me llevaban del brazo y tomo el triciclo, diciendo: "Corre que es tarde. La tienda no se atiende sola, ¿o sí?". Bromeaba diciendo: "Dinero, dinero perdido por tu retraso".
Ellos me soltaron, dieron la vuelta y empezaron a caminar. Ni siquiera nos metimos al local. Llegamos hasta la tienda y ahí él me dijo: "Hombre, muchacha, debes tener cuidado. Grita no solo te quedes ahí". Dio la vuelta y se fue. Inmediatamente se me acercó el señor de la tienda y comenzó a preguntarme si me sentía bien. Le dije lo que pasó como pude y amablemente él me llevó a mi destino en su coche, dando muchas vueltas para asegurarse que no nos siguieran.
Hablé a emergencias y resulta que no se puede hacer nada, hasta que no haya un robo o algo. Así que vilmente me ignoraron. Gracias a Dios y a las personas que me encontré estoy bien y en mi casa. Pero tengan cuidado, pasó a plena luz, con mucha gente y eso no pareció importarles."
No hay comentarios:
Publicar un comentario