CÓRDOVA ESTÁ ESCONDIDO POR MIEDO A SUFRIR UNA AGRESIÓN, DICE VOCERO DEL ARZOBISPADO
Texto de Jorge Fernando Canseco / El Heraldo de San Luis Potosí.-
San Luis Al Instante.- El portavoz arquidiocesano Juan Jesús Priego Rivera dejó en claro que ni el Vaticano ni el Papa Francisco han convocado al arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, para tratar el denominado Caso Córdova Bautista.
Priego Rivera dijo que Eduardo Córdova Bautista se mantiene “en algún punto de la ciudad de San Luis Potosí”, sin que éste conozca el lugar exacto, y destacó la conveniencia de hacerlo así, ya que, aseguró, al darse a la publicidad el caso por el que se presume la comisión de delitos de pederastia, “de salir se expone al riesgo de alguna agresión”.
Respecto del viaje que realizará el arzobispo a la capital de Italia, dijo que se trata de una visita que se programa anualmente a nivel regional, denominada ad límina apostolorum, a la que están obligados a asistir los obispos de cada región, sin que esto suponga, en el caso de la arquidiócesis de San Luis Potosí la exposición del caso de Eduardo Córdova Bautista, simple y sencillamente porque este sigue un proceso que –estimó Priego Rivera— habrá posiblemente de concluir en el término de las próximas tres semanas.
Insistió en que, aún cuando el proceso canónico se encuentra en marcha, hasta el momento no se han abierto las vías de la justicia penal civil, en la medida en que no hay ante la Procuraduría y el Ministerio Público ninguna querella formal contra el señalado sacerdote.
En tal sentido, la Diócesis no puede emitir ningún pronunciamiento, toda vez que no hay elementos de culpabilidad, no ha concluido el proceso canónico iniciado y no se ha abierto ninguna querella judicial formal en su contra.
Consideró una irresponsabilidad, en la que se incurre en el presupuesto de un delito de difamación, señalar a Eduardo Córdova Bautista como presunto responsable de actos de pederastia, y aseguró que el artículo publicado por Sanjuana Martínez en La Jornada Nacional, incurre en dos errores graves: acusar mediáticamente a Córdova Bautista de haber afectado con supuestas acciones de pederastia a más de cien personas, al señalar que una supuesta falta de ética de una institución pública como en Ministerio Público, condujo al ocultamiento o desechamiento de querellas que habrían sido formuladas en su contra; y, otra circunstancia se da en el hecho de que los tres testimonios no están en las mesas del Ministerio Público.
“A mí me da la impresión –dijo el portavoz—, que primero se acusó de estos presuntos delitos para generar un escándalo mediático, para después ver qué cae…”
Rechazó, asimismo, que la Arquidiócesis esté protegiendo a su ex apoderado Legal, aseverando que no será sino hasta que concluya el proceso que se le sigue en el tribunal canónico, cuando esté en condiciones de ofrecer una postura y, desde luego, de tomar las medidas conducentes.
Reconoció que Eduardo Córdova Bautista y el arzobispo Cabrero Romero han sostenido por lo menos un encuentro, tras la presunción de las acciones de pederastia, en la que se ha declarado inocente.
Sin embargo, no será el arzobispo quien lo juzgue, sino los integrantes del tribunal eclesiástico que han abierto el proceso canónico correspondiente; serán ellos los que determinen si es o no responsable de lo que se le imputa públicamente y los que finquen la sanción que se corresponda conforme al Derecho Canónico, que va desde la expulsión y la excomunión, hasta la aplicación de penas de menor rango.
—Aunque se diga que la expulsión y la excomunión son penas menores, para los sacerdotes esto equivale a una la pena máxima que contempla la legislación civil –dijo Priego con los ojos lacrimosos.
Ofreció la seguridad de que llegado el momento, y conocido el dictamen canónico, y en su caso –de abrirse el proceso penal-civil—, actuará en consecuencia:
—Don (Jesús) Carlos (Cabrero Romero) –dijo, es un hombre íntegro, de una sola pieza, es un hombre bueno, justo, congruente y consecuente. Ténganle confianza —pidió.
No obstante insistió en señalar que al momento, y a pesar de los tres “testimonios” que presenta la reportera Sanjuana Martínez, no hay un solo caso abierto en el Ministerio Público; sospecho, dijo, que hay manejos turbios en todo esto (el manejo de la información, atribuible, entre otros al ex sacerdote Alberto Athié Gallo).
—Me da la impresión que primero se apresuró a lanzarse la acusación, sin tener elementos, para luego ver qué brinca… pero hasta ahora se han topado con una pared, porque no hay ni una sola denuncia ante las autoridades judiciales.
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